¿Hasta dónde puede llegar la Rusia de Capello en el Mundial?
Fabio Capello es uno de los entrenadores con mayor prestigio en el fútbol actual. Sin embargo, tiene en el Mundial una cuenta pendiente.
El entrenador que ganó 8 títulos de Serie A (dos de ellos revocados luego a la Juventus) curiosamente nunca a dirigido la Selección Italiana, algo que parece inexplicable.
Es más, la primera experiencia mundialista le llegó a Capello tarde en su carrera. Fue en el año 2010 cuando dirigió a Inglaterra en Sudáfrica 2010.
El equipo británico realizó una correcta fase de grupos empatando con Estados Unidos y Argelia y venciendo a Eslovenia por la mínima. Sin embargo, terminó segundo en su grupo y eso hizo que chocase con la todopoderosa Alemania en cuartos de final. En un polémico partido en el que el juez uruguayo Jorge Larrionda no cobró un clarísimo gol de Steven Gerrard que era el empate, los británicos terminaron perdiendo 4-1 y despidiéndose del torneo. Más allá de que la Federación Inglesa ratificó a Capello en su cargo, este decidió alejarse un tiempo más tarde.
Para este 2014 Capello vuelve a la carga en una Copa del Mundo. Esta vez lo hace al comando de una Rusia que clasificó cómoda en Europa y que se propone sumar experiencia para lo que será su Mundial en 2018.
Estamos hablando de un equipo que condenó al repechaje al Portugal de Cristiano Ronaldo. El entrenador tuvo que tomar decisiones importantes como no contar con jugadores de peso como Arshavin y Pavlychenko, que realmente la tienen complicada para llegar a Brasil 2014.
El equipo está formado por jugadores jóvenes con proyección para dentro de cuatro años. Su figura es el talentoso goleador de 22 años Alexandr Kokorin, que está bien secundado por Glushakov, Fayzulin y Samédov. Todos estos jugadores militan en el fútbol local por lo que el entrenador suele tenerlos a disposición más tiempo que el habitual.
Rusia como tal no disputa un mundial desde Corea y Japón 2002 donde no pasó la fase de grupos. Es más, la propia URSS, a la que se la recuerda sobretodo por las atajadas de Yasín, lo mejor que hizo fue firmar semifinales en 1966.
Con este panorama no parece que Capello, que ya ha asegurado su presencia también para el próximo Mundial, pueda hacer cosas importantes. Sin embargo, el grupo que le ha tocado en suerte no parece ser de los más complicados. Junto a Bélgica, Algeria y Corea del Sur integra a priori uno de los grupos más débiles.
Esto puede servirle al equipo de Capello para avanzar de fase y ganar en confianza. El equipo, muy sólido en defensa (lo demostró incluso en un reciente amistoso en el que derrotó a Brasil) pero con varias carencias a la hora de anotar, parece tener su techo en cuartos de final, lo cual sería todo un logro para el país, pero no para la carrera del entrenador.
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