Eliminatorias Europeas – Grupo 3

Las Eliminatorias Europeas rara vez nos presentan sorpresas mayúsculas, normalmente hay uno o dos equipos que logran superar sus propias expectativas, pero luego sucumben a la hora de la definición. Sin embargo, este grupo 3 podría ser una clara excepción a la regla.

 Y es que si luego del sorteo alguien no daba a República Checa como favorito y a Polonia como enemigo, seguramente no lo habríamos tomado en serio. Pero a falta de sólo cuatro partidos, ambos se están quedando afuera de toda posibilidad de clasificación, con actuaciones bastante deplorables.

En el caso de los checos, por ejemplo, están penúltimos, a 5 puntos de zona de repesca y a 7 de la clasificación directa. La situación se torna aún más dramática cuando descubrimos que solamente superan en puntos al ínfimo representativo de San Marino. Esto ha llevado a una profunda crisis que culminó con el propio presidente de la federación decretándose como nuevo seleccionador.

Lo de los polacos es apenas menos preocupante. Ganando el próximo encuentro llegarán a trece puntos y compartirán el segundo puesto, con un encuentro menos disputado. Aún así es demasiado sufrimiento para lo que se esperaba.

Por el otro lado, las alegrías está en otros países con casi nula historia futbolística, como lo son Eslovenia o Irlanda del Norte, pero sin dudas que los mayores elogios se los lleva Eslovaquia.

Este pequeño país centroeuropeo de 5 millones de habitantes era parte de la desaparecida Checoslovaquia, protagonista de varios Campeonatos del Mundo y Eurocopas. Pero luego de la división con República Checa en el año 1994, los eslovacos perdieron todo rastro de grandeza, teniendo muy malas participaciones.

Este proceso clasificatorio viene siendo muy distinto: 15 puntos logrados de los 18 en juego, marcan un paso casi perfecto, lo que obviamente los hace liderar la clasificación con dos puntos de ventaja y un partido menos que sus perseguidores (Irlanda del Norte con 13 puntos y Eslovenia con 11). Una sólida formación de 4-2-3-1, y con un mediocampo que es la base del equipo, formando una interesante mezcla entre la entrega y sabiduría del experiente Miroslav Karhan más la habilidad de Marek Hamšík, el joven volante del Nápoli italiano. Esa parece ser la clave del éxito.

El 5 de septiembre será el día clave para la definición de este grupo: mientras Polonia recibe a Irlanda del Norte para dilucidar quién se queda al menos parcialmente con el segundo lugar, Eslovaquia recibirá en Bratislava a República Checa (a quien ya venció como visita en Praga), en lo que no sólo representará un verdadero clásico por la rivalidad política que los ha enfrentado, sino que será especial porque los primeros tienen la posibilidad de dejar sin chance de clasificación directa a los checos, y a su vez sacar una considerable ventaja sobre el resto.

Será sin dudas el día más importante en la historia de este novel país, al menos en el aspecto deportivo. Está en los jugadores ser recordados por una hazaña o si, como iniciamos este comentario, se une a la extensa lista de equipos que se desinflan al momento de capitalizar las grandes oportunidades que se le presentan. 

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