Maracaná está casi listo para recibir en la final del Mundial a ¿Brasil?

Cuando Brasil presentó su candidatura para organizar el Mundial de fútbol de 2014, todos seguramente pensamos en que el atractivo máximo para ese torneo sería la utilización del mítico Estadio Maracaná, uno de los escenarios con más historia en el mundo entero. Y así fue: Maracaná será el lugar en el que el capitán de una selección alzará nuevamente el trofeo de mejor del planeta.

Para albergar esta final y otros 6 partidos del torneo, el estadio debía afrontar una remodelación muy importante, principalmente en sus tribunas. Es por ello que desde ya hace un tiempo, se están realizando todas las reformas solicitadas por la FIFA para ofrecer las mejores comodidades, tanto a los espectadores como a los propios actores.

Según informan medios brasileños, la obra ya estaría llegando a su fin, y por tanto las nuevas tribunas del estadio ya están mostrando su nueva y remozada imagen. Este nuevo Maracaná incluye dos anillos de tribunas, que estarán separados por 110 palcos individuales que dividirán las partes altas y bajas del estadio.

Si hay algo a lo que se apunta en esta construcción es que no haya un solo lugar en el que un espectador tenga mala visión del terreno de juego. Al menos así lo anunció Hudson Braga, quien tiene a su cargo las obras de refacción del estadio: «El espectador va a estar más cerca de la cancha y mirará los partidos desde una posición privilegiada, ya que la parte superior va a avanzar 12 metros en dirección al césped. No habrá más puntos ciegos en el estadio», sostuvo el director de obra.

Otro de los puntos clave para que el estadio se adecúe correctamente a las normas que exige FIFA a todas las sedes de los Mundiales es un determinado tipo de drenaje. Aparentemente el antiguo sistema utilizado era vetusto, y por este motivo se debe cambiar para que las precipitaciones que puedan ocurrir no afecten en lo más mínimo a las acciones dentro del campo de juego durante los 90 minutos.

En cuanto al costo de todas estas reformas, se calcula que el mismo supera los 500 millones de dólares. Todo esto para que el estadio que albergó la primer final del mundo en suelo brasileño pueda estar a la orden para la revancha. Es que aquel 16 de julio de 1950, ante unas 200.000 personas, la selección de Uruguay venció a la de Brasil por 2-1, quebrando cualquier tipo de pronóstico, y sellando para siempre a aquella victoria (la del “Maracanazo”) como una de las más fantásticas anécdotas que ha dado el fútbol en el siglo XX.

Aunque claro, ahora estamos en el siglo XXI, y todos se preguntan si Brasil va a poder jugar allí, ya que esto sólo podría ocurrir si la “verdeamarelha” llega a la final del 13 de julio de 2014. ¿Podrá Brasil quebrar la maldición 64 años después y consagrarse campeón en su propia tierra? Según Bet365, es lo más probable: la selección “canarinha” es la máxima favorita al título, con una cuota de 4.50. Los brasileños esperan que estos pronósticos no vuelvan a quebrarse.